La no ficción expositiva apoya el desarrollo de la alfabetización y la construcción de conocimientos

 

Los libros de no ficción atractivos siguen siendo un vacío en las colecciones de libros para niños en los primeros grados en todo el mundo, a pesar de que los niños necesitarán cada vez más aprender de textos informativos para progresar con éxito en la escuela.

 

El texto informativo es el tipo de escritura que más encontramos en nuestra vida diaria, por lo que es de vital importancia en la enseñanza de la lectoescritura.

 

Además de los beneficios para el desarrollo de la alfabetización, los libros de no ficción sobre el cambio climático conectan la escolarización con las experiencias de los niños en el mundo real y los empodera para ser ciudadanos informados.

 

La escritura expositiva explica, describe e informa, con el supuesto de que el lector no tiene una comprensión previa del tema que se aborda.

 

Estos libros organizan la información de manera sistemática y atractiva, utilizando características como una página de contenido para dividir la información en secciones, diagramas etiquetados para ilustrar conceptos, un glosario con vocabulario nuevo y fotografías del mundo real.

 

Cada libro de la serie termina con un capítulo centrado en las acciones que los niños pueden tomar en respuesta al cambio climático. Generar contenido para estos capítulos es un desafío porque los niños y las comunidades para quienes se han desarrollado estos libros tienen una responsabilidad desproporcionadamente baja por las emisiones que causan el cambio climático.

 

Si bien las acciones que pueden tomar los niños son importantes, la crisis climática ha sido causada por corporaciones que son responsables de la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero y gobiernos que no los han hecho responsables.

 

Para mí, la temporada anual de incendios forestales en California ha significado cancelar los viajes de campamento, invertir en un purificador de aire y permanecer en el interior cuando la calidad del aire es peligrosa. Mi experiencia con los efectos del cambio climático ha sido levemente incómoda en el peor de los casos.

 

Esta posición privilegiada contrasta con las muchas personas cuya salud, medios de subsistencia, hogares y supervivencia se han visto amenazados por el calentamiento global. Los impactos del cambio climático no son iguales ni se distribuyen por igual, y las comunidades históricamente marginadas o desatendidas enfrentan los peores de sus efectos. Este hecho debe estar en el centro de la educación sobre el cambio climático.